Hace más de un año, en una agradable reunión de amigos en la casa de campo del bueno de Diego Quevedo, mi amigo José Manuel Chacón alma mater de este proyecto me comentó que recopilando información sobre el Gran Hotel para el libro que estaba escribiendo, descubrió una historia que había sucedido unos días antes de la navidad de 1926. Un famoso comerciante de Murcia se suicidó en el edificio por contrariedades en sus negocios. En ese momento le dije que estaría dispuesto hacer ese trabajo para la expo. Con el paso del tiempo surgieron problemas y la verdad es que no me veía muy capacitado para hacerlo, pero gracias al tesón y convencimiento de mi amigo José Manuel se realizó... y me costó. Gracias a todos los que hicieron posible este trabajo. Al actor protagonista de la historia Manuel Llamas, al otro actor Raúl Palacios, a Tejidos Santa Ana, Renfe Cartagena, Casino de Cartagena, José Muelas Cerezuela, Enrique Escudero, al propietario del vehículo de época Carlos Sánchez y a la magn
Julián, en otras entrevistas te has definido como un fotógrafo autodidacta ¿cómo te iniciaste en el mundo de la fotografía? Tenía cinco años, los Reyes Magos de Oriente me regalaron mi primera cámara fotográfica y desde entonces fui cautivado por este apasionante mundo. En aquella época no se realizaban cursos ni talleres, ni siquiera se estudiaba fotografía en la Universidad. Mi aprendizaje fue ir a la biblioteca para ver y leer libros sobre fotografía, aprender de los demás fotógrafos y sobre todo tomar fotografías. Todavía sigo en proceso de aprendizaje. Gran parte de tu trabajo se podría enmarcar en el reportaje y en la fotografía costumbrista, ¿qué es lo que más te interesa a la hora de realizar una serie fotográfica? . Contar una historia, la que sea, y que cada espectador la interprete a su manera. No busco una fotografía bonita. Ni siquiera sé hablar de mis fotografías, son ellas las que tienen que hablar. El blanco y negro, así como la escasa manipul